martes, 16 de febrero de 2016

SIMBOLISMO: ¿Quién es El Señor de los Anillos?


(Originalmente publicado en 2007)

Ash nazg durbatulûk, ash nazg gimbatul, ash nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul

(‘Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo
para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a
todos y atarlos en las Tinieblas’)
-El Señor de los Anillos-

El Anillo Único

Comencemos hablando un poco de cine. En este nuevo siglo se ha puesto de actualidad, más que nunca, un libro escrito en la mitad del siglo anterior: El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien. Esta obra literaria de culto estrenó su versión cinematográfica precisamente en el año 2001, de la mano del cineasta Peter Jackson, quien realiza una espectacular trilogía que acaba dando vigencia al mundo de fantasía creado por Tolkien.
La Tierra Media es el escenario imaginado para representar la batalla entre las fuerzas de la Luz y la Oscuridad. Un escenario y un argumento que -en mi opinión- encierran mensajes ocultos que no deben desdeñarse a la hora de entender el Fin de los Tiempos en el que estamos inmersos. Vale la pena decir que la obra comienza durante la Tercera Edad, en mi opinión, en una nada premeditada referencia al Tercer Milenio.
En la trama se nos dice que el poder de creación está simbolizado en anillos. Se forjaron varios y de este modo se repartieron:

3 para los elfos, las criaturas más sabias y perfectas. Son el símbolo de los Vigilantes No-caídos, entidades de Vida y Conciencia alineados al Orden Cósmico. Aún con su perfección y sabiduría en un mundo de ignorancia, su naturaleza no está a salvo de errores o tentaciones. El número de anillos que poseen clarifica su esencia cósmica.

7 para los enanos, forjadores de la materia. Son seres netamente terrenos, no careciendo de virtudes, pero desde luego tampoco de orgullo y egoísmo. Son la imagen del hombre terrenal No-anakim(1) que tiene que evolucionar; el número de anillos es el de la materia.

9 para los hombres. Éstos, deseosos de poder, tentados por la ambición, invierten el sentido de todo anillo. Cuando el Anillo Único que el Señor Oscuro –imagen arquetípica del mal- se forjó para sí y para el control sobre los restantes, cae en manos humanas, los hombres no lo destruyen sino que son seducidos por él. La debilidad humana hace que el corazón del hombre se corrompa con facilidad, y el anillo de poder se salva de ser destruido.

Un ente sobrehumano, Sauron, el Señor Oscuro, forja en secreto un anillo regente sobre los demás: el Único. Ese anillo es el paradigma del poder omnívoro, aquí representado como el Ojo que Todo lo Ve. Véase la similitud con el mismo ojo, también llamado de Osiris, que aparece en la moneda americana(2), como ‘piramidón ocular’ que culmina la pirámide grabada en el papel. En ambas representaciones, el ojo, en su unicidad, manifiesta el monoteísmo, la intolerancia hacia la diversidad, la visión limitada de las cosas, el pensamiento único, el unilaterismo político, y hasta la pueril consideración de ser la exclusiva civilización del vasto universo....
Así, el Anillo Único, como extensión de la propia fuente oscura de la que parte, posee vida y voluntad propias, tratando de seducir constantemente a quien lo guarda, al tiempo que procurando longevidad artificial (que no inmortalidad) a su portador.
Tras muchos avatares, el Anillo Único cae en manos de Bilbo Bolsón, un hobbit, la criatura más inocente y carente de ambición. Los hobbits(3) son la imagen del ser humano no-anakim en su estado paradisíaco, y habitan en La Comarca, idílica región ajena a los problemas del mundo.
El hecho de que Bilbo encuentre el Anillo Único es tan inesperado como providencial, por lo que entendemos que sucede al margen de la voluntad regente de Sauron y el propio anillo. Es pues, el momento preciso en que una fuerza diametralmente opuesta a la oscuridad interviene, para, finalmente, poner las cosas en su justo lugar y acabar con el poder de Sauron; aunque eso sí, el precio será muy caro. El hallazgo de Bilbo refleja perfectamente a Providencia, quien permite la actividad rebelde hasta llevarla a su máxima expresión, para seguidamente, desaparecerla.

La intervención de Providencia la confirma Gandalf, apodado ‘el gris’, un mago amigo de Bilbo, que representaría el arquetipo del hombre aliado a las fuerzas cósmicas y sabedor de sus leyes herméticas. Gandalf conoce bien que el azar no existe y se mueve sabiendo cuales son los hilos con los que está tejida la vida. Así se lo hace saber al sobrino de Bilbo: ‘Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón, ni tampoco pronto; un mago llega exactamente cuando se lo propone’(4). Esto fue en respuesta al supuesto retraso del mago para la celebración del cumpleaños de Bilbo.
La primera película de la trilogía (La Comunidad del Anillo) se estrena en 2001, poco después de los atentados de Nueva York y Washington, y a las puertas de la invasión de Afganistán. En esa primera entrega, Bilbo Bolsón va a celebrar su cumpleaños (22 de septiembre) exactamente 11 días después de los atentados. Hasta entonces, el Anillo Único ha permanecido en su poder 60 años, los mismos que -exactamente- el 11 de septiembre de 2001 cumplía el Pentágono, símbolo del poder destructor de las bestias; un polígono formado a partir de un anillo.
Gandalf, hasta entonces desconocedor de que el anillo en poder de Bilbo es el Único, se decide a marchar en busca de respuestas que sólo encuentra en viejos manuscritos de antiquísimas crónicas. Luego se reúne con su mentor, Saruman (decano de la orden de magos), que sin que ‘el gris’ lo sepa, se ha unido ya a Sauron, que todavía es incorpóreo, pero que pronto tomará forma material(5)Gandalf describe así a Saruman(6): ‘...es un grande entre los Sabios, el jefe de mi orden, el principal del Concilio’. He aquí, en Saruman, la aparición de la más nítida imagen que enlaza el mundo material con el etéreo Sauron. Será Saruman quien se haga cargo de preparar el camino para su materialización, del mismo modo que EEUU hizo con Israel en 1948.
Al final de la primera película, Gandalf muere en la lucha contra un demonio. Sin embargo, en la segunda entrega veremos que vuelve a la vida con el alias ‘el blanco’, apodo que originalmente correspondía a Saruman si no se hubiese vuelto maléfico(7). Esto nos quiere decir que tras la victoria de Gandalf sobre la muerte, éste ocupa el lugar que Saruman malusó y le había usurpado: Recordemos que es un modelo de relación similar al de Jacob y su hermano Esaú(8).
Se entiende que el paso de Saruman (inminente superior a Gandalf) al mundo oscuro de Sauron, haya supuesto la asunción por parte de su inferior, Gandalf, del apodo ‘el gris’, dada su pérdida de luminosidad.
También se comprende que la victoria de Gandalf sobre el demonio, su tránsito a la muerte y posterior regreso, aluden al Cristo (metáfora de la Conciencia recuperada) que regresa con plena soberanía; así como al Esaú que ha depuesto a su usurpador hermano. Con la ‘resurrección’, Gandalf se apropia del mote que originalmente correspondería a Saruman, su superior en jerarquía, ‘el blanco’, quien, por ser negativo, pierde dicho derecho.
En la simbología de las imágenes, Sauron, el Señor Oscuro, representaría a Ariel Sharon, Primer Ministro de Israel, quien alcanzara la primogenitura, precisamente, en febrero de 2001, y por medios muy poco ortodoxos(9). Nótese, además, el extraordinario parecido entre ambos nombres. Por cierto, Ariel es nombre angélico; ni más ni menos que el nombre de un Grígori (ángel) rebelde que ilegítimamente poseería el título de El Señor de Toda la Tierra, calidad a la que aspira Sauron. Y si este ángel rebelde tiene una imagen hoy en día, ésta es Israel y las tierras que ocupa ilegalmente.
Por otro lado, Saruman, garante del proyecto de Sauron, es la imagen del presidente George W. Bush, y por extensión, de EEUU.
Saruman describe así el poder maligno, conocedor de que Sauron no tiene todavía una imagen: ‘Aún no puede hacerse corpóreo y confinado en su fortaleza lo ve todo. Un gran ojo (Él lo ve todo y nos apoya en nuestra empresa, susurra el dólar); está atrayendo todo el mal para sí. Muy pronto habrá reclutado un ejército suficiente para atacar la Tierra Media’. Y en esa empresa de apoyo a su señor han estado los filosionistas americanos…

Las tinieblas de Sauron y su poder se extienden desde Mordor, territorio situado al Este (Oriente) de Tierra Media. Es en Oriente donde está Israel, mientras que Saruman dirige la guerra contra los hombres desde su fortín de Isengard, al Oeste, tal que los EEUU. Curiosamente, Baby Bush se crió en Midland, Texas. Midland significa ‘en el medio de la tierra’… Además, hay una gran similitud entre la expresión ‘Middle Earth’ (Tierra Media), donde se desarrolla la historia de Tolkien, y ‘Middle East’ (Oriente Medio), donde se halla el estado sionista.
Quizás esa cercanía en los nombres sirva para confirmar que Sauron da autoridad a Saruman, como Israel y sus élites hacen lo propio con los EEUU. Recordemos que, según parece, antes de la caída de las Torres Gemelas, Ariel Sharon tuvo conocimiento expreso(10) de lo que se preparaba y guardó silencio, viendo en ello una inmejorable oportunidad para obtener apoyos a su política contra los palestinos. Tal es así, que tras los atentados se apresuró a igualar a Arafat con Ben Laden.
El Primer Ministro de Israel Bibi Netanyahu, dijo tras la masacre: Lo ocurrido el 11 de septiembre es muy bueno para nosotros(11)Claro que sí. Sinceridad ante todo. Netanyahu pensó, equivocadamente, que desde entonces todo serían simpatías hacia su país.
Pero volvamos a Tierra Media… Aragorn, un montaraz que ayudará a los hobbits, llama a Sauron ‘el impostor’; Jacob, imagen primera de Sharon, es también un impostor que engaña a Isaac, su padre ciego, significando su nombre literalmente ‘el suplantador’ o ‘usurpador’.
Vigo Mortensen, el actor que interpreta a Aragorn afirma(12): ‘El Gobierno norteamericano, el danés o el español (en los días de Aznar) intentan hacernos sentir fuera del juego, como el imperio de Saruman intenta hacer sentir a la Alianza del Anillo que son pocos y no podrán con ellos, y que las decisiones hay que dejarlas en sus manos, pero no es así.’
Pero el actor aún es más explícito cuando se trata de hablar de una imagen real que represente a Sauron: ‘Lo que está haciendo (EEUU) hoy es secuestrar los símbolos del pueblo. Lo que se hace hoy con la bandera americana, por ejemplo, es lo mismo que  hicieron en la Alemania nazi de los años treinta, cuando se apropiaron de la retórica de un país, secuestrándola con un único fin. Ahora se habla de Departamento de Seguridad Nacional, como en El señor de los Anillos se habla del anillo de Sauron, son instrumentos para controlar el comportamiento de la gente a distancia. Sauron, en ese sentido es como Estados Unidos, que ha sabido crear el mejor frente de relaciones públicas, haciéndote sentir que si no estás de acuerdo, tu opinión no cuenta nada.’
Llegados a este punto concluyamos que el planeta Saturno, con sus anillos alrededor, es el mismísimo Señor de los Anillos(13).

Saruman

Cuando Saruman planea su estrategia de control sobre el mundo de los humanos, advierte que para que sus hornos (donde está forjando armas para su ejército) no cesen, necesitará más madera, para lo cual se decide a talar el Bosque de Fangorn, que es donde precisamente habita Bárbol, un Ent, criatura con apariencia de árbol que, en realidad, es un pastor de bosques. Estas criaturas son los arquetipos de las energías más elementales de la naturaleza, y jugarán un factor determinante en el desarrollo de la odisea por la destrucción del Anillo Único.
La decisión de Saruman respecto del Bosque de Fangorn es una alusión a W. Bush. Tal es así, que una de las controvertidas decisiones del presidente estadounidense ha sido la de cortar árboles para evitar incendios forestales. Propuesta que ha sido duramente criticada desde las organizaciones ecologistas, que ven en la medida una concesión más a las industrias madereras.
Bárbol, el Ent, dice en el libro Las Dos Torres respecto de su especie: ‘Creemos que volveremos a encontramos en un tiempo próximo, quizás en una tierra donde podamos vivir juntos y ser felices. Pero se ha dicho que esto se cumplirá cuando hayamos perdido todo lo que tenemos ahora (palabras proféticas de un representante de las energías elementales de la Tierra). Y es posible que ese tiempo se esté acercando al fin. Pues si el Sauron de antaño destruyó los jardines (simbólicamente está refiriéndose a la metafórica Caída del Paraíso), el enemigo de hoy (Saruman-Bush) parece capaz de marchitar todos los bosques.’ Recuerden: EEUU no firmó el Protocolo medioambiental de Kyoto.
Desde un principio, Bárbol socorre a Pippin y Merry, otros dos hobbits que partieron de La Comarca junto a Frodo y su amigo Sam. Los cuatro se encargarán de conducir el destructivo Anillo Único hasta el lugar en que fue forjado, pues sólo allí puede ser destruido. Véase en ello la importancia metafísica de regresar al origen para des-crear lo imperfecto.
Poco después de que Bárbol se encuentre con los pequeños Pippin y Ferry, reaparece Gandalf, a quien creíamos muerto en su lucha con un demonio. Esta reaparición es muy importante, pues una vez que se muestra por sorpresa a sus amigos Aragorn (montaraz y heredero al trono de los hombres), Légolas (un elfo) y Gimli (un enano), se presenta en estos términos que confirman la tesis sobre la usurpación de Saruman: ‘Sí, soy blanco ahora. En verdad soy Saruman, podría decirse. Saruman como él tendría que haber sido(14). Aquí está representada la redención de Gandalf, que una vez que ha vencido regresa a la Tierra: ‘Derribé a mi enemigo y él cayó desde lo alto, golpeando y destruyendo el flanco de la montaña. Luego me envolvieron las tinieblas y me extravié fuera del pensamiento y del tiempo, y erré muy lejos por sendas de las que nada diré (...) Desnudo fui enviado de vuelta, durante un tiempo, hasta que llevara a cabo mi trabajo. Y desnudo yací en la cima de la montaña(15)’. Interesantes palabras las del taumaturgo… En Isaías 14,12 se dice de Lucifer: ‘¿Cómo caíste del cielo, lucero brillante, echado por tierra el dominador de las naciones?’
Gandalf ha estado fuera de los parámetros del espacio y el tiempo, y regresa ‘desnudo’ a la materia, lo que quiere decir que se ha despojado de todo lo anterior y ha vuelto a su origen, la cumbre de la montaña (el monte Hermón que nombra Enoc) donde comenzó la rebelión que él ha venido a destruir.
Pero ciertamente ese vencimiento no tiene –aun- un reflejo en la materia, pues habrá de terminar su misión (‘fui enviado de vuelta, durante un tiempo, hasta que llevara a cabo mi trabajo’), destruyendo físicamente al usurpador, Saruman, ‘jefe de su orden’, y apoyando a los hobbits.
En la versión cinematográfica este pasaje(16) es aún más descriptivo, pues nos habla de la ausencia del cómputo temporal terrestre, como si el mago hubiese estado en el cosmos: ‘La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo; las estrellas recorrían el firmamento, y cada día era largo como una Edad en la Tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea... Yo soy Gandalf, el Blanco, y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros. Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado a Rohan’. Rohan, estimado lector, es la tierra de los hombres, gobernados por un fulano llamado Lengua de Serpiente...
Quiero destacar una hermosa conversación entre Gandalf y Frodo, cuando el mago está acompañando al hobbit en el recorrido que lo llevará a destruir el anillo. Frodo se lamenta de que Bilbo, su tío, no acabase con la vida de una extraña criatura –Gollum- que una vez también fue hobbit, hasta que encontró el Anillo Único y éste lo consumió hasta convertirlo en un ser repugnante que haría lo que fuese por reencontrarse con el anillo(17):

F- ‘Lástima que Bilbo no matara a Gollum cuando pudo hacerlo.
G- ¿Lástima? La lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. Muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías dársela tú, Frodo? No seas ligero a la hora de adjudicar muerte o juicio; ni los más sabios pueden discernir esos extremos. El corazón me dice que Gollum tiene aún un papel que cumplir, para bien o para mal, antes de que todo esto acabe. La compasión de Bilbo podría regir el destino de muchos.
F- Ojalá el anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada hubiera ocurrido.
G- Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir; lo único que podemos decidir, es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado. Hay otras fuerzas en este mundo, Frodo, además de la voluntad del mal. Bilbo estaba destinado a encontrar el anillo, y como consecuencia, tú estabas destinado a tenerlo, y eso es un pensamiento alentador.’

Como se puede advertir, Gandalf es una imagen del entendimiento de lo que Providencia es. Parece estar hablando al presente desconcertante que vivimos, apoyándose en los valores de la compasión, el no-juicio, y la voluntad para aprovechar el tiempo a favor de la lucha por la conciencia. Se desprende de sus palabras que el rol de Gollum es primordial. Después de todo, la criatura refleja la esencia del anakim (Caín) en su cuerpo mejor que ningún otro personaje.

Concerniente a la Diosa y otros asuntos

Cuando Galadriel, reina de los elfos, recibe a la compañía del anillo que acompaña a Frodo, a éste lo recibe así: ‘Bienvenido, Frodo de la Comarca, ‘aquel que ha visto el Ojo’(18).
Galadriel, imagen de la Diosa-Eva original, tiene una estrecha unión con el hobbit, con quien se comunica aún sin abrir la boca. Como imagen de Eva (que significa Vida) vence su última tentación cuando renuncia a tomar el Anillo Único en sus manos. Estamos entonces presenciando la positivación de un hecho que tiene semejanza con la victoria de la Mujer sobre la serpiente. Es más, los ánimos que da a Frodo para que culmine su misión se asemejan a la escena de María ‘incitanto’ a su hijo Jesús en las Bodas de Canaá.
En la primera entrega cinematográfica, antes de despedirse, Galadriel y Frodo hablan:

F- ‘No puedo hacer esto solo.
G- Eres el portador del anillo, Frodo. Eso conlleva estar solo. Esta misión te ha sido encomendada, y si tú no encuentras el camino, nadie lo hará. Hasta el más pequeño puede cambiar el curso del futuro.’

Toda esta imaginería religiosa en la obra de Tolkien tiene una explicación. El escritor afirmaba en una misiva fechada en 1971, que Galadriel guardaba semejanza con la Virgen María. Esta influencia en su obra no es extraña, pues cuando la madre del autor falleció, contando él doce años, su tutor fue un clérigo medio español llamado Francis Xavier Morgan, quien moldearía el carácter del niño.
En la segunda parte de la trilogía vemos como Isengard, donde habita Saruman, es destruida por las crecidas aguas (símbolo del Sistema de Control, las emociones manipuladas de nuestro cerebro límbico o mamífero), y con el apoyo de la propia Madre Naturaleza: Los Ents, aquellos seres pastores de árboles.
La caída de Mordor (la tierra oscura) y Sauron, sin embargo, será a causa de la unión entre todas las fuerzas, humanas, élficas (seres de luz), hobbits, e incluso la de espectros de seres humanos muertos, que representan a las almas descarnadas. He aquí que todos los aliados tratarán de evitar que Sauron vea a los dos hobbits (Frodo y Sam) portadores del Anillo Único, cuando se disponen a destruirlo(19). Hay, en dicha maniobra de distracción, una similitud con el mítológico casco de la invisibilidad de Plutón, que Frodo y Sam, los valientes hobbits, usarán para vencer. Tal es así, que ya en Mordor les vemos colocarse cascos que les permitirá pasar inadvertidos a los ojos de sus enemigos. 
Definitivamente, el Anillo Único debe ser destruido por el fuego (volcánico) del Monte del Destino, al que asociamos con el otro nombre por el que Saturno es conocido: Karma. Y es que Sauron desea evitar a toda costa que el monte sea alcanzado por sus enemigos, del mismo modo que Cronos -el dios del tiempo- siembra obstáculos (y adversarios) en los caminos, para que el mundo que está más allá de su paradigma espacio-tiempo no sea alcanzado por el ser humano, evitando que se produzca su renacimiento cual Ave Fénix.

El montaraz Aragorn es un personaje que aspira (a pesar de sus inseguridades) a convertirse en rey de los hombres. Su destino da nombre al título de la tercera entrega -El Retorno del Rey- y bien podría verse en él, el simbólico retorno del Cristo (se entiende, como imagen de la Conciencia recuperada). El trono de los hombres está en Minas Tirith, todo un icono de la materia y de la soberanía usurpada, pues en la ciudad se halla el senescal que a toda costa se niega a entregar el poder al futuro monarca (Conciencia). La actitud de esta especie de mayordomo mayor en ausencia del rey es considerablemente similar a la de los vicarios religiosos. El regreso del rey (en la figura de un ser noble como es Aragorn) supone el fin del mediocre liderazgo de los usurpadores sobre los hombres, que durante siglos se ha ido repitiendo en Tierra Media.
Tras la reaparición de Gandalf, en la segunda entrega cinematográfica, éste y sus tres acompañantes (Légolas, Aragorn y Gimli) marchan hacia Edoras, la capital del Reino de Rohan. Cuando Gandalf llega a Edoras, la morada de Théoden, Rey de Rohan, se enfrenta a Grima, llamado Lengua de Serpiente (huelga decir a quien representa, ¿no?), consejero real, a quien el mago dice: ‘Te has convertido en una serpiente sin inteligencia. Calla, pues, y guarda tu lengua bífida detrás de los dientes.’ Acto seguido, el mago blanco realiza un exorcismo al Rey(20). Théoden es el arquetipo del representante de los pueblos libres, los moradores del cielo (véase Apocalipsis).
Sin embargo, Saruman sigue ejerciendo su influjo destructor desde Isengard, que significa fortaleza de hierro. Recordemos al bíblico profeta Daniel describiendo el último imperio del mundo en estos términos(21): ‘...terrible, espantosa, sobremanera fuerte, con grandes dientes de hierro. Devoraba y trituraba, y las sobras las trituraba con los pies.’ ¿Les suena a cierta superpotencia contemporánea?

De Orcos y Uruk-Hai

Saruman, el mago rebelde, está creando un ejército de horribles criaturas llamadas ‘orcos’(22). El creador de la Tierra Media los hace aparecer como humanoides que carecen de la facultad de crear y sólo viven para destruir. En la adaptación fílmica, Saruman pone a los orcos en movimiento desde su atalaya de Isengard y suma a ellos los Uruk-Hai, híbridos entre hombres y orcos. Los Uruk-Hai, imaginados por Tolkien, poseen un nombre de origen singular…
Uruk, en la actual Irak, es el original nombre de la ciudad que fuera identificada como la bíblica Erech mesopotámica(23). La importancia de Uruk en la historia de los orígenes de la civilización es notoria desde hace más de cinco mil años, y su mención es ahora imprescindible, teniendo en cuenta el valor simbólico de la trilogía de Peter Jackson. Uruk (que significa ‘ciudad santa’) ha sido tan importante para la historia de Irak que su propio nombre como nación proviene de la ciudad sumeria, que por cierto, está a escasos veinte kilómetros de la conocida Nasiriya (donde estuvieron las tropas españolas), que a su vez, está próxima a la ciudad de Ur, patria chica del patriarca Abraham.
Si unimos el término Uruk con Hai, que significa ‘ruina’(24), tenemos un resultado profético: ‘Ruina de la ciudad santa; Irak-Ruina’. La significancia de esta expresión no pasa desapercibida ante las catastróficas consecuencias de la invasión de Irak. Más allá de la destrucción y el sufrimiento del pueblo iraquí, ‘Irak-Ruina’ denota algo que también está siendo evidente, el estancamiento de EEUU en el cenagal de Oriente, y la extensión del conflicto.
Mientras tanto, Saruman emprende su guerra contra el mundo de los hombres: ‘El Viejo Mundo se consumirá en los fuegos de la industria, los bosques morirán, un nuevo orden surgirá... Nosotros conduciremos la máquina de la guerra con la espada, la lanza y el puño de hierro de orco’. Desgraciadamente, así ha sido.
Sin embargo, la trilogía tiene un final feliz que no desvelaré en su totalidad. Sí es preciso extraer un último episodio que tiene importantes connotaciones simbólicas.
En El Retorno del Rey, un rol femenino tiene gran trascendencia. Se trata de Eowen, una princesa humana que se enamora de Aragorn, y que rompe los convencionalismos yendo a la guerra con los varones. Su valor se verá reconocido cuando se enfrente cara a cara con Angmar(25), el lugarteniente de Sauron. Angmar cabalga sobre una bestia voladora, y según la profecía es ‘aquel de quien se dice que ningún hombre puede matar’, lo que nos evoca a Caín, al cual Dios había puesto una señal para que nadie lo matase…
La valiente Eowen, disfrazada de hombre, se acerca al conocido como Rey Brujo de Angmar, y no sólo lo mata con su espada en la cabeza, sino que decapita la de la bestia voladora que montaba. Se me antoja pues, cierto parecido con la simbólica serpiente rebelde del Edén, en el anuncio que se le hace de que el linaje de Eva le aplastaría la cabeza. Linaje de Eva (Vida), aquellas personas con Vida, empatía, etc... La profecía era cierta, Angmar era ‘aquel de quien se dice que ningún hombre puede matar’, habría de ser una mujer, la portadora de la justicia…
En conclusión diré que la historia de Tolkien refleja a la perfección la lucha entre la luz y la oscuridad. La descripción que hace de la naturaleza de las tinieblas es impecable, cuando vemos que Sauron es vencido desde la perfecta conjunción de fuerzas físicas (los ejércitos de humanos y seres elfos) y fuerzas mentales (como Conciencia), a través de la constante ayuda que Sam Sagaz presta a su compañero, Frodo. Su tenacidad para vencer a la mente posesiva de Sauron, a través del anillo que portaba Frodo, es imprescindible para la victoria final de la luz sobre las tinieblas.
La palabras de aliento de Galadriel a Frodo (‘esta misión te ha sido encomendada y si tú no encuentras el camino, nadie lo hará. Hasta el más pequeño puede cambiar el curso del futuro’), y las que también Gandalf le dedica al intrépido hobbit (‘lo único que podemos decidir, es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado’), resuenan como un providencial eco de inspiración, aliento y esperanza.


(1)Para los sumerios, unos seres cósmicos, los Vigilantes, cayeron en desgracia y tomaron para sí a mujeres humanas engendrándoles hijos que, ya en la cultura hebrea, serían llamados anakim. Estos anakim (vocablo muy similar a Caín) también suelen ser identificados con los nephilim (los caídos), seres bíblicos de considerable estatura, cómo no, también nacidos del cruce entre ángeles rebeldes y humanas. El término anakim tiene en la expresión moradores de la tierra (véase el libro Apocalipsis) un sinónimo muy clarificador, ya que expresa su apego terrenal.
(2)El origen del dólar es una moneda española acuñada por los Reyes Católicos que tenía dos pilares que simbolizaban las Dos Columnas de Hércules. Esas dos columnas tenían inscritas a su lado las palabras plus ultra (‘más allá’), en oposición a las que había dictado Hércules -Non Plus Ultra- anunciando que no se debía ir más allá. El dólar tiene dos leyendas en latín –Annuit Coeptis y Novus Ordo Seclorum- que significan respectivamente: ‘Él bendijo nuestra empresa’ y ‘Nuevo Orden de los Siglos’.
3)Durante la Guerra del Vietnam, a los desertores americanos se les denominaban hobbits, por su carácter pacífico y porque huían de la guerra. Mientras para Richard Nixon los desertores de la guerra vietnamita debieran ser tratados como traidores dignos de inmisericordia, Jimmy Carter los amnistiaría el 22 de enero de 1977. Además, estos hobbits hacían uso de las rutas cercanas a Nueva Zelanda, donde treinta años después tuvo lugar la filmación de la trilogía de Jackson.
Los hobbits estadounidenses de la guerra de Irak ascienden, en el tercer aniversario de la invasión, a más de 8.000. Tan alto es el número de ellos que la administración Bush ha tomado una decisión ejemplarizante: detener a algunos desertores de la Guerra de Vietnam. Datos al respecto de las nuevas detenciones en democracynow.org
(4)La Comunidad del Anillo (2001)
(5)Véase que la providencial razón de que se disponga a tomar una imagen, es la inminente acción de justicia que se avecina. Recordemos que estamos en el tiempo en que las dos fuerzas opuestas que rigen el mundo, toman manifestación antes de su retorno a las respectivas fuentes originarias.
(6)La Comunidad del Anillo (2001)
(7)Tal como confirma Gandalf en Las Dos Torres (2002)
(8)Génesis 25,22-26: Isaac, hijo de Abraham, tenía dos hijos, Jacob (que significa suplantador) y Esaú. Jacob nació después que Esaú, ‘agarrado a su talón’ con el fin de evitar que la primogenitura recayese en su hermano y no en él. La primogenitura supone el mayorazgo, la recepción de la herencia paterna, la bendición de Dios y la autoridad sobre el resto de la familia y las propiedades.
Cuando los dos hermanos crecieron, Jacob, protegido por su madre –Rebeca-, logra suplantar a su hermano y obtiene con engaño la bendición de Isaac, su padre. Un conflicto semejante sobre la primogenitura no vuelve a verse en toda La Biblia, de ahí su trascendencia.
(9)Poco antes de la primera elección de Arik como Primer Ministro comenzó la Segunda Revuelta Palestina (Intifada), allá cuando al viejo halcón se le antojó pasear por la Explanada del Templo, en Jerusalén, un jueves 28 de septiembre del año 2000, precisamente durante el Rosh Hashanah (año nuevo judío 5761), provocando la justificada ira de sus enemigos árabes. ¿Un paseo mal intencionado? Pues sí. No sólo por tratarse de un lugar sagrado en disputa (allí se erige Al-Aqsa, la tercera mezquita más venerada por el Islam), sino porque simultáneamente se estaban celebrando en Camp David, EEUU, las reuniones de Arafat, Clinton y el entonces Primer Ministro israelí, Barak, sobre el futuro estatuto de Jerusalén y las bases para una paz duradera. Reuniones más o menos generosas por parte israelí, pero extremadamente insuficientes para ser aceptadas por cualquier líder palestino que desease seguir con vida. En aquel momento Sharon ayudó echando más leña (y gasolina) al fuego. Finalmente, el 6 de febrero de 2001, Ariel Sharon es elegido Primer Ministro; su estrategia de boicot a las conversaciones de paz, y de crispación, llevada a cabo con la visita al susodicho lugar sagrado en disputa, da sus resultados, pues los israelíes se sienten vulnerables ante los atentados palestinos que él mismo ha alentado. El gordo batallador ha estado soberbio. ¡Que el mundo se entere quién es Arik Sharon! Por entonces Baby Bush empezaba a conocerlo; el 18 de abril de 2002 deja caer una de sus preciosas perlas a través de su portavoz: ‘Sharon es un hombre de paz’. Desde luego que sí.
(10)El periodista Bruno Cardeñosa afirma que Sharon fue avisado por el Servicio de Seguridad Israelí, que le impidió tomar parte en unos actos organizados en Nueva York para ese día, como asegura el diario Yadiot Ahranot. Lo mismo ocurrió con el alcalde de San Francisco, Willie Brown, de quien el periodista nos dice ‘que la misma mañana del 11-S pretendía coger un vuelo entre su ciudad y la capital de los rascacielos. A las diez de la noche del día anterior, los servicios de seguridad le pidieron que no lo hiciera por razones de seguridad’. Bruno Cardeñosa, 11-S, Historia de una infamia, Corona Borealis, (2003)
(11)The New York Times, 12 septiembre 2001.
(12)Entrevista concedida a Bárbara Celis D´Amico para Cinemanía (Nº 99, diciembre 2003).
(13)Saturno, el padre que devora a sus hijos y que dará lugar al nombre del día santo de los hebreos: El sábado -el Sabbat-, el día de Saturno, el planeta por el que el usurpador está regido. También la navidad tiene su origen en el culto a Saturno (saturnales) que se celebraba en la Europa del génesis de la Iglesia Católica. Las saturnales romanas comenzaban con un sacrificio en el Templo de Saturno, donde se guardaba el tesoro de Roma, al pie del Capitolio. Sorprendentemente, Ariel es también el nombre dado al doceavo satélite conocido del planeta Urano, quien mitológicamente es el padre del suplantador Saturno. Saturno habría derrocado a su padre, usurpando el puesto de poder que no le correspondía. He aquí un dato clave sobre la personalidad de Arik Sharon, digno portador de la esencia saturnina.
(14)JRR Tolkien, Las Dos Torres.
(15)JRR Tolkien, Las Dos Torres.
(16)Las Dos Torres, (2002)
(17)La Comunidad del Anillo, (2001)
(18)La Comunidad del Anillo, (2001)
(19)El Retorno del Rey, (2003)
(20)Las Dos Torres, (2002)
(21)Daniel 7,7.
(22)Tolkien traslada a los Orcs, míticos monstruos marinos a los que alude Plinio el Viejo (23-79) en su obra Naturalis Historia, a la superficie terrestre, retomando el mito y dándole nueva forma.
También en el poema épico de John Milton sobre la Caída, El Paraíso Perdido, aparece el término Orcus, que no es sino la personificación de los infiernos, pues es el mismísimo dios Hades, Plutón, al que relacionaremos como arquetipo de los pueblos de Oriente que poseen petróleo en sus subsuelos. Como dios latino de la muerte y los infiernos, tenía en la Roma antigua un templo en su honor en el monte Palatino.
(23)Donde viviera el mítico Rey Gilgamesh (2.600 a.C.). En Uruk se descubrió –coincidiendo en el tiempo con la invasión de Irak- la que podría ser tumba del rey, a juicio del Departamento Bávaro de monumentos históricos de Munich, que dirigió allí una expedición arqueológica.
(24)Hai era una ciudad del Israel bíblico. El caudillo Josué la conquista. Véase Josué 8,1-29.
(25)De él se dice que luchó en un pasado contra Isildur (ancestro de Aragorn). Es el más fuerte de los Nueve Reyes que se corrompieron. Se trata del mismo ser oscuro que hirió a Frodo en la Cima de los Vientos, y que lo dejó herido de por vida. Es el Señor de los Nazgul y vive en Minas Mórgul, la Ciudad Muerta. Se trata de ‘Aquel que acaudilla los ejércitos de Mordor a la guerra’.

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