jueves, 31 de marzo de 2016

NIVEL HUMANO: Regreso al 11 de septiembre de 2001 (1)


(Originalmente publicado en 2007)

Cuando se elimina lo imposible, todo lo que queda, por improbable que sea, debe ser la verdad.’
Sir Arthur Conan Doyle.

El ser humano yace engañado en el lecho de la irrealidad, indiferente o imposibilitado para percibir una realidad veraz de su mundo que difiera de la que le ha sido diseñada desde los altos estamentos de una pirámide global, en cuya cúspide reina el papel moneda al que se le ha dado autoridad sobre la condición humana. Me resulta impensable la supervivencia decente de un mundo que realiza sus transacciones en papel o bonos virtuales, y que el epicentro de su existencia no venga determinado por hacer factible la dignidad de todos los seres, sino que da prioridad a los intereses económicos y geoestratégicos de unos pocos.
Esa, y no otra, es la inmoral pirámide global que desde su más elevado piramidón decidió que el 11 de septiembre de 2001 diera comienzo una guerra (que todavía dura), posiblemente la última, contra la Verdad y la dignidad humana… El caos de la ciudad de Nueva York, el desconcierto general que la tragedia estaba produciendo en las mentes de todos, dieron paso a las conjeturas y las dudas sobre su autoría y trascendencia.
Fue entonces cuando la quimérica paz mundial se tambaleó, el equilibrio se desveló roto, la quietud del “Primer Mundo” se colapsó y el temor tocó a las puertas de cada hogar. Mentes retorcidas como la mía piensan que todo fue previsto hasta el detalle, para que nadie osara perderse aquellas dolorosas imágenes televisadas en directo.


Roma fue un precedente

19 de julio del año 64 de nuestra era. En Roma se ha producido un colosal incendio que, a razón del viento reinante, se hace incontrolable; tres de los catorce barrios de la ciudad desaparecen como consecuencia de la tragedia, quedando solo 11 barrios.
El poder del Imperio Romano estaba en manos de Nerón César Augusto, quien se apresuró por volver a Roma de inmediato. El emperador mostró gran interés en que se aclarasen las causas de aquel fuego, y trató de aliviar el dolor y las carencias de los desplazados supervivientes, por ejemplo, habilitando espacios para los damnificados. Así mismo, dispuso que se creasen grupos de expertos para llevar a cabo la reconstrucción de la ciudad de manera inmediata.
La ira de los romanos pedía, sin embargo, que se hallase un culpable a lo ocurrido. Y es entonces cuando –interesadamente- todas las miradas se dirigen hacia los individuos más odiados de la ciudad: los cristianos. Según la cultura popular, Nerón –aliviado- se inventó a los responsables, señalándoles con el dedo acusador. La sentencia no tardó en llegar contra esta secta religiosa, declarándoseles culpables no sólo de la tragedia sino de odiar al género humano(1).
Aquel chivo expiatorio calmó las encendidas emociones de los ciudadanos romanos, al ver como los cristianos fueron perseguidos indiscriminadamente, torturados y ejecutados en medio de juegos circenses al más puro estilo de la cárcel de Abu Ghraib.
Sin embargo, casi dos mil años después la cuestión del origen del incendio aun queda sin resolver. ¿Quién quemó Roma?
La tesis más defendida es la de que aquel fue uno más de los accidentales incendios que sufría la ciudad. El habitual y abundante uso de la madera en las construcciones de la capital, hacía inevitable la común aparición de fuegos fortuitos en barrios superpoblados. Sin embargo, no todo está tan claro…
Aquel 19 de julio no era un día cualquiera. Se cumplía el aniversario de un acontecimiento igualmente dramático para los romanos: la destrucción de la ciudad a manos de los galos, allá por el siglo IV a.C. Con todo, resulta demasiado sospechoso que en fecha tan señalada se produjese, de forma casual, una nueva catástrofe para los habitantes de la ciudad de los césares.
Gerhard Baudy es un historiador que defiende una excitante hipótesis al respecto(2): ‘Hace diez años defendí la tesis de que el incendio de Roma del año 64 pretendía causar un cambio escatológico. Quien lo provocó quería desencadenar la rebelión en las provincias reprimidas, sobre todo las del Imperio Romano del Este. Se trataba de un atentado terrorista para el que se eligió un día con significado apocalíptico.’
Conviene saber que varios años antes del incendio romano, en el 46 a.C, Julio César había introducido el nuevo calendario por el que se regiría el mundo civilizado. Este modelo, llamado Calendario Juliano, fue tomado del anuario egipcio, precisamente, tras la conquista del país africano a manos de Roma.
El patrón por el que se ordenaba el año nuevo egipcio se basaba en determinada posición de Sirio, la estrella más brillante de nuestros cielos, que marcaba la crecida del Río Nilo y por tanto, el comienzo de un nuevo ciclo. Así, en su calendario, el 19 de julio era el día del año nuevo, la conmemoración de la creación del mundo, y como tal fue interpretado por los supersticiosos romanos. Demasiadas casualidades en una sola fecha para las mentes romanas, ¿no creen?
Añade Baudy: ‘Si la justicia romana buscaba cristianos de forma muy concreta después del incendio de Roma del 19 de julio es porque tenía un motivo preciso de sospecha. Y ésta, probablemente, la aportó una profecía apocalíptica que se había puesto en circulación, que predecía la caída de la metrópolis romana a través del Cristo que se revelaba en el fuego de Sirio. La profecía se cumplió con el incendio de Roma dejando una huella significativa en la tradición antigua. Una doctrina herética y juzgada por Hipólito equipara al Cristo que regresa a la estrella del Can Mayor (Sirio).’
Ante la posibilidad de que, en efecto, el incendio de la Ciudad Eterna fuese un acto premeditado que buscaba forzar un cambio de paradigma, empezando por la manipulación de las mentes de una sociedad que enlazaría el destructivo fuego con acontecimientos del pasado y profecías por cumplir, veamos si, acaso, el amanecer del siglo XXI nos ha sorprendido con una cuidada puesta en escena con similares aspiraciones…

Y nuestro país la perderá

‘Chico de un suburbio de Dallas, Texas, predice el comienzo de la Tercera Guerra Mundial’. Este titular se hizo un hueco en los medios cuando un alumno de quinto grado le contó lo siguiente a uno de sus profesores el día 10 de septiembre de 2001: ‘Mañana comenzará la Tercera Guerra Mundial, comenzará aquí y nuestro país la perderá’. La inspectora escolar del distrito –Rhonda Lucich- confirmó la veracidad de lo sucedido(3). Los complacientes, los de mente exclusivamente racional, justificarían tales hechos con el siguiente alegato: el niño pertenecía a Al Qaeda…
Los atentados que dieron origen al actual y caótico panorama mundial tienen lugar en el centro mundial del comercio (World Trade Center). De ese modo el sentimiento de indefensión de los ciudadanos se une al de la defensa del comercio del país, atacado en su mismo corazón. Para un mayor impacto en las mentes, el crimen se retransmite en directo para el mundo entero, mientras millones de almas –perplejas- se preguntan cómo puede existir semejante maldad.
Entiendo que ninguna de las miles de víctimas de aquel horrible crimen tenía culpa. Sin matices: Se trata de una masacre que sesgó la vida de gente inocente, incluidas las familias que perdieron alguno de sus miembros; esas no olvidarán jamás. Pero no es menos cierto que aquel no fue, ni por número de víctimas, ni por la naturaleza de éstas, el único atentado terrorista que merece ser reprobado. Pareciera, a los ojos de determinados sectores de la prensa (la más condescendiente con el poder) y la opinión pública (la más susceptible), que los cometidos antes y los que vinieron después (¿guerra preventiva?) fueron perpetrados fuera del sagrado templo, siendo los del 11-S la violación del sancta sanctorum.
Imagino que en el pensamiento del común ciudadano norteamericano aquello que estaba ocurriendo no merecía reflexión alguna; sospecho que en esos momentos sólo existe aflicción e indefensión. Quizás correspondía al tiempo la responsabilidad de mostrar a las familias estadounidenses, que eso que ellos llaman con orgullo América es algo más que una tierra de libertad y prosperidad. Esas familias horrorizadas -tal vez- aún necesiten más tiempo para entender que su gobierno envía cachorros criminales, niños envalentonados, a patrullar un mundo que nunca les perteneció.
La América profunda, la de los agradecidos y necesitados inmigrantes que no dudan en motivar a sus hijos para que se alisten al ejército (no pocas veces como garantía de empleo estable), ¿cuántos ataúdes necesita ver aterrizar en suelo patrio? ¿Qué ha de ocurrir para que esa nación desposea del poder a los sinvergüenzas que la gobiernan? El tiempo, implacable enemigo de los canallas, acabará por dejar a éstos con el trasero al aire. El tiempo, y ya han transcurrido cinco años desde el 11-S, va mostrándonos lo que –en su día- quiso ocultarse: embustes y más embustes.
Nosotros lo sabemos bien. Yo soy uno de tantos que espera que Jose María Aznar, el hombre que firmó –en nuestro nombre- la invasora Declaración de las Azores, que nos pidió confiáramos en él (¿recuerdan?) al afirmar que las armas de destrucción masiva estaban listas para caernos encima, pida perdón a toda la nación por sus mentiras, o por su ingenuidad.
Las evidencias que el pueblo estadounidense necesita ver, y que tanto molestan a los señores de la guerra, no es preciso que yo las publicite; están ahí, en el enérgico trabajo de aquellos periodistas que no tienen precio; en la rabia y la impotencia de las madres de los –hasta abril de 2006- dos mil trescientos noventa soldados muertos, y más de diecisiete mil heridos; las evidencias están en las conclusiones de documentalistas e investigadores que nos muestran el actual Irak, con sus más de veinticinco mil muertos, sus ruinas, su oscuro futuro. Ahí están las libertades americanas –patrióticamente- recortadas, la especulación del complejo militar (y sus hombres en las instituciones de la república), las aberraciones de Abu Ghraib…
Cómo se puede permitir que el hombre (George W. Bush) que duerme placidamente en La Casa Blanca ofenda a Cindy Sheehan, madre de un soldado muerto en Irak y activista contra la guerra, no ya con negarse a volver a recibirla, sino insultándola. Según el periodista Doug Thompson(4), Bush estalló en cólera y dijo ‘no me voy a volver reunir con esa maldita perra.’

Pero volvamos a aquella mañana de septiembre de 2001. Ante los televisores, el poder seductor de la imagen hace su efecto y retiene la atención de los impresionados esclavos, haciéndoles olvidar ciertos eventos con sello yankee –por ejemplo- el bombardeo del Palacio de la Moneda (Chile 1973, precisamente otro 11 de septiembre), la invasión de Panamá, la carnicería Vietnamita, las matanzas en Nicaragua(5), la retirada del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares, el rechazo a los Protocolos de Kyoto(6), el boicot a la Quinta Conferencia de Examen contra las Armas Biológicas (2002) y al Convenio Internacional Contra la Tortura (2002), Guantánamo (más de quinientos presos afganos llevados allí en jaulas, encadenados, y muchos de ellos, sin poder palpar, oler, oír y ver), y así, un largo historial, aunque eso sí, menos vistoso que lo que vimos aquella jornada(7) en Nueva York (NYC).
En mi opinión, a través de los atentados en NYC y Washington, las Bestias se golpean a sí mismas para poner en movimiento sus últimos planes de dominación. ¿Autoatentado? ¿Transigencia con los terroristas? ¿Qué sabía Israel de lo que iba a ocurrir? ¿Torres Gemelas demolidas con explosivos? Son preguntas sin pruebas que las respondan afirmativamente, pero hay indicios que, al menos, justifican las dudas sobre la versión oficial.
Algo de interpretación arquetípica: En Apocalipsis 9,11 (9 por el mes, 11 por el día) se nos dice: ‘Por rey tienen sobre sí al ángel del Abismo, cuyo nombre es Abbadón’. Abbadón es una palabra hebrea que significa tanto ruina como destrucción, y en hebreo suele tomarse el sinónimo seol (que significa infierno) personificado aquí para atribuirle el principado sobre todos los espíritus infernales. Sobre esto, véase luego el discurso (con tintes religiosos) de W. Bush tres días después del 11-S. Por cierto, Abbadón también es conocido como el rey de las langostas. ¿Recuerdan a los comedores de corteza de Marte?

Nueva York

El Estado de Nueva York es el número once de la Unión. Su apodo, Estado Imperial, lo toma después de que el Presidente George Washington lo visitase, y al observar sus riquezas dijera: ‘¡Ésta va a ser la sede de un imperio!’. Y así fue. La gran ciudad empezó siendo la capital de la nueva nación durante cinco años, y hoy es conocida como la capital del Mundo.
NYC es la urbe con un mayor número de judíos del mundo, 1´4 millones, el 19% de los votantes. Así pues, se trata también del centro financiero mundial judío. Las Torres Gemelas (WTC) eran el santo de los santos de ese centro de poder. Allí estaban las dos empresas más ricas de la ciudad, ambas judías, ‘Goldman-Sachs’ y ‘Salomón Bros.’.
La metrópoli es también la sede de las grandes corporaciones multinacionales, como ‘Exxon- Mobil’ (la más grande de EEUU) y la ‘ITT’. Además, el ‘Congreso Mundial Judío’(WJC), brazo diplomático internacional del pueblo judío, tiene su sede en la ciudad desde 1983.
Añadamos un dato del profesor judío Gustavo Perednik: ‘La población actual de trece millones de judíos, once millones se distribuyen en mitades entre Israel y los EEUU, en donde la cultura judía se ha desarrollado en una escala sin precedentes’(8).
Otro apunte simbólico a tener presente es que la célebre Estatua de la Libertad está frente a donde estaba el WTC, y antes de ser levantada allí se pretendía establecerla en Egipto, pues la efigie representa a la diosa Isis. Egipto siempre presente.
Siempre ligada al cine por efectistas catástrofes o ataques de fuerzas superiores, NYC ha sido el escenario de películas como King Kong, El Planeta de los simios, Cazafantasmas, Independence Day, Godzila, y la más reciente, El Día de Mañana. El secreto yace en el inconsciente colectivo, que manifiesta en la ciudad de los rascacielos la cúspide de la virilidad, el poder, la fuerza masculina, la alienación, por lo que los cineastas se ven seducidos a la hora de elegirla como máximo exponente de la creación moderna, y su destrucción a manos de fuerzas mayores.

Manhattan, isla que forma junto a Queens, Staten Island, Brooklyn, y Bronx, los cinco distritos o condados en los que se divide NYC, era conocida como ‘Nueva Amsterdam’ hasta que los holandeses fueron derrotados por los ingleses y cedieron el control a las tropas del Rey Carlos II(9), quien la regaló a su hermano Jacobo, Duque de York, quien, posteriormente, cambiaría el nombre de la nueva posesión por el de Nueva York. Así, es un nuevo Jacob (Israel) el que da nombre a la capital financiera del mundo(10).
Entrando de lleno en los atentados, diré que –simbólicamente- el número once refleja un proceso de cercanía al final, considerando doce como un completo: Doce meses de un año antes de comenzar un nuevo ciclo, por ejemplo. Así el once es número que aparece como manifestación de imperfección en manos de psicópatas, pues refleja la inconclusión.
Ese día once, como ya dije cuando analizamos El Señor de los Anillos, se cumplieron sesenta años desde que comenzase la construcción del Pentágono, que también fue atacado...

Los hechos

Rememoremos los hechos como si de un cuento se tratase. Imaginemos que cuatro flechas envenenadas han sido lanzadas con el cruel propósito de herir al tío Sam en lo más hondo.
Las dos primeras flechas comienzan a volar desde Boston(11), con original destino en Los Ángeles, California, pero su rumbo se tuerce y se dirigen hacia el centro de NYC.
Las piernas del tío Sam se torcieron por primera vez a las 8:45 de la mañana, cuando el vuelo 11 se estrella contra la Torre Norte del World Trade Center. Dieciocho minutos después, la segunda flecha lleva a cabo su mortal ataque; el vuelo 175 (de Boston a Los Ángeles) se lanza contra la Torre Sur. Entonces es cuando comienza su lenta agonía. Por cierto, la Torre Sur poseía la plataforma de observación más alta del mundo, situada en el piso 110.
A las 9:43 una tercera flecha, el vuelo 77, supuestamente, cae sobre el Pentágono, junto a Washington D.C., donde el bueno del vicepresidente Richard Cheney se encuentra reunido con los militares. Eso sí, por primera vez en un caso de vuelos comerciales que se estampan contra la superficie terrestre, el supuesto vuelo 77 es invisible y sus ocupantes viajan astralmente. No seré yo quien desvele qué demonios se estampó contra la fachada del edificio administrativo, pero sí sugiero que repasen el material gráfico que hay al respecto y extraigan sus propias conclusiones. ¿La caja negra del avión? Según el informe oficial fue encontrada muy carbonizada e inservible…
A las 10:05, una cuarta saeta, el llamado ‘vuelo de los héroes’, el vuelo 93, no ha logrado su objetivo y cae abatida en los verdes campos de Pennsylvania. El avión había despegado de un aeropuerto muy singular: Newark, que significa nuevo arca 
A las 10:00 el cerebro de Sam (Torre Sur, la segunda en ser impactada) deja de transmitir actividad y se colapsa. Veintinueve minutos después, su corazón (Torre Norte) deja de latir para siempre. La fortaleza de que hacían gala se ha hecho añicos. Mucho explosivo haría falta para que las dos torres se colapsaran. ¿Explosivo? ¿He dicho la palabra ‘explosivo’?
A las 10:10 se desploma una pequeña parte del Pentágono; nada vital, sus más de veinte mil empleados salen sanos y salvos. Pocas horas después se hunde el tercero de los edificios del WTC, el número 7, al que se conoce con el nombre de ‘Torre Salomón’(12), de 47 pisos (otra vez obtenemos el 11) y en él están ubicadas importantes empresas judías. Este edificio apenas fue dañado por el fuego adyacente, pero cayó demoledoramente en sólo diez segundos. Los WTC5 y WTC6 sufrieron grandes incendios, a pesar de lo cual no se hundieron.
Estos han sido los hechos básicos de los atentados. Unos sucesos que a juicio del gobierno americano y sus lacayos, justificaba cualquier acción bélica posterior; pertrechados del dolor de su pueblo, los regentes orientaron las emociones de sus ciudadanos en la dirección conveniente…
No podemos olvidarnos que cuando comienzan los atentados, Bush se encuentra en Florida(13), en un lugar públicamente conocido, la escuela Booker, a sólo ocho kilómetros del Aeropuerto Internacional de Sarasota, punto de partida para otro posible secuestro, a pesar de lo cual el Presidente prosigue su visita sin ser puesto a resguardo.
Es más, cuando (según la versión oficial) le comunican que un avión, el vuelo 11 de American Airlines acaba de impactar contra el WTC, el cándido Baby Bush continúa con lo que estaba haciendo, esto es, leyendo junto a los niños y niñas del colegio Booker un cuento llamado Mi cabritillo. No hay aparente preocupación por informarle, ni siquiera por llevarlo lejos de donde todo el mundo sabía que estaba, pudiendo ser el siguiente blanco de los terroristas.
He aquí, en la escuela Booker, una de los más llamativos indicios de la conspiración gubernamental: El presidente Bush confiesa públicamente(14) que la mañana del 11-S vio por televisión el impacto del primero de los aviones contra la Torre Norte. Sin embargo algo no concuerda con la historia oficial, puesto que las únicas imágenes de ese primer ataque son las que grabaron dos hermanos franceses, Jules y GedeonNaudet, que sólo fueron difundidas más de doce horas después. Luego, las imágenes que vio Bush en directo debieron ser tomadas en secreto y emitidas únicamente para él, lo que confirma que estaba al tanto de los hechos. En sus declaraciones, recogidas en la página oficial de La Casa Blanca en internet, Bush dice –textualmente- en una comparecencia pública en California, a la pregunta de un tal Jordan: ‘Gracias, Jordan. Bien, Jordan, no vas a creerte en el estado en que me sumí cuando supe de los ataques terroristas. Yo estaba en Florida. Y mi Jefe de Personal, Andy Card... realmente, yo estaba en un aula, hablando sobre un programa de lectura que funciona... Yo estaba sentado afuera del aula, esperando para entrar y vi un avión chocar contra la torre. La televisión estaba, obviamente, encendida. Yo acostumbraba a volar, a pilotar, y dije, bueno, es un piloto terrible. Dije, eso debe haber sido un horrible accidente. Pero luego me llevaron a la clase y no tuve más tiempo de pensar en aquello. Yo estaba sentado en la clase y mi Jefe de Personal, que estaba sentado allí, se me acercó y me dijo: “Un segundo avión ha chocado contra la torre, América está siendo atacada.”

El popular actor Charlie Sheen ha sido la primera celebridad estadounidense que ha tenido el valor de expresarse sobre el 11-S, aun a sabiendas de que las productoras podrían pasarle factura, y lo ha hecho de forma muy clara, expresando su parecer sobre el anterior comentario de Bush, y cito, ‘creo que una de las ventajas de ser presidente es que se tiene acceso a los canales de televisión que no existen en el universo conocido’(15). Sheen exigió la apertura de una comisión de investigación del 11-S que fuera realmente independiente y excluyera la participación de miembros afines a la administración. A su petición se suma otro actor, Edward Asner, conocido en España por interpretar la serie Lou Grant (1977).
Durante todo el tiempo que el presidente continúa rodeado de niños, el hombre fuerte del país no es sino aquel que siempre lo fue desde que alcanzó la vicepresidencia: Richard Cheney. Recuerdo una ocasión en la que el propio Bush se equivocó en público y llamó ‘presidente’ a Cheney… el maldito subconsciente.
No es hasta transcurridos veinticinco minutos desde el segundo impacto (vuelo 175 de ‘United Airlines’), que Bush se decide ha hacer una declaración pública al respecto. Aún en ese momento (9:30), nadie ha ordenado que salgan cazas militares a derribar un tercer avión secuestrado (vuelo 77 de ‘American Airlines’), que está a diez minutos del Pentágono.

12 Septiembre: El presidente dice a la prensa: ‘La lucha del Bien contra el Mal será monumental, pero prevalecerá el Bien’. Y su lengua habló confusión y ésta se dispersó por toda la tierra...

14 de septiembre: (tres días después de los atentados) día de luto(16) celebrado en todo el mundo por la memoria de las víctimas, y solemne ceremonia (convertida en declaración bélica) en la Catedral Nacional de Washington. Bush funde su liderazgo político con el religioso. Esa misma noche el presidente ha recibido el respaldo del Congreso para atacar a cualquier estado, organización o persona, que haya organizado, ejecutado, o simplemente facilitado, los atentados. La mentira había sido colada.
Respaldado por el octogenario pastor Billy Graham(17) y cuatro expresidentes, W. dice en su discurso: ‘Debemos librar al mundo del Mal. (...) Durante todas las generaciones, el mundo ha engendrado enemigos de la libertad humana. Han atacado nuestro país porque es el alma y el defensor de la libertad. (...) Como se nos ha asegurado, ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni los poderes, ni el presente ni el futuro, ni las alturas ni las profundidades podrán separarnos del amor de Dios. ¡Que Dios bendiga a América!’.
El 14 de septiembre de 1936, sesenta y cinco años antes del discurso de Bush en la catedral donde se erige en el mesías de todos los pueblos libres, concluía en Nuremberg, Alemania, el VIII Congreso Nazi, donde se sentaron las bases para el rearme militar y el mejor control a la juventud alemana.

Tras la cita en la Catedral Nacional de Washington, a la mañana siguiente, día 15, el presidente da plenos poderes (incluido el asesinato) a la CIA para guerrear secretamente contra los terroristas. La reunión no podía ser en un lugar menos emblemático que el templo cristiano de la noche anterior: El sagrado Camp David (Campamento de David). El día: un sábado: el Sabbat hebreo.
Bush, reunido con el mesiánico Fiscal General, John Ashcroft, la Consejera de Seguridad, Condi Rice, el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, el Vicepresidente, Richard Cheney, y demás miembros de la pandilla oscura, se felicitarían del buen curso de sus proyectos bélicos; estaba todo a punto de entrar en una nueva fase, un nuevo acto que comenzaba atacando Afganistán, luego Irak, y posiblemente, con tacto, propaganda, y las siempre útiles operaciones secretas, la desestabilización de Irán, la implicación de Siria en acciones terroristas, y amplios y generosos créditos –de todo tipo- a Ariel Sharon, que por entonces estaba pletórico como un toro. Todo ello sin prisas, a su debido tiempo, dando la oportunidad a que se dieran las condiciones oportunas (se entiende que creándolas) para cada una de aquellas nobles empresas, o guerras secuenciales, como prefieran llamarlas.


(1)Tácito, Anales, XV, 44.
(2)Gerhard Baudy, ‘Yo digo que Nerón no quemó Roma’, publicado en Crónica, suplemento del diario El Mundo, número 322, 16 de diciembre de 2001. Baudy es profesor de Historia en la Universidad de Konstanz, Alemania.
(3)Houston Chronicle, 19 de septiembre de 2001. Noticia firmada por R.G. Ratcliffe. Rhonda Lucich, la inspectora escolar del distrito de Garland, en Texas, informó al FBI.
(4)Véase capitolhillblue.com, 25 de agosto de 2005.
(5)Por este hecho EEUU ha sido el único país condenado por terrorismo en el Tribunal de La Haya, 10 de mayo de 1984.
(6)Tampoco lo firman China, India y Australia.
(7)Otra curiosa efeméride del 11-S es la que enlaza con la fecha de 1952. Entonces, tras la reunión celebrada entre alemanes e israelíes, se acuerda que los primeros indemnicen con 822 millones de dólares a los judíos damnificados durante el gobierno de Hitler.
(8)Extraído de perednik.org
(9)8 de septiembre de 1664.
(10)Aquellos cambios de soberanía y nombre fueron formalizados a través del Tratado de Westminster, 1674.
(11)Boston es la cuna de la independencia americana, con el ‘motín del té’ (1773) que puso en movimiento la rebelión contra los ingleses. Además, en Boston nace el presidente Kennedy. Así, de una u otra manera, Boston está asociada a la conspiración actual, aunque obviamente no sea de manera físicamente premeditada.
(12)Salomón es el décimo hijo del Rey David y su nombre significa pacífico, pues proviene de la palabra shalom, ‘paz’ en hebreo.
(13)En Miami, Florida, está la tercera más grande comunidad judía de la Diáspora, con más de medio millón de integrantes. Nueva York es la primera del ranking y Los Ángeles la segunda.
(14)4 de diciembre de 2001, durante su estancia en Orlando, Florida.
(15)Entrevista de Alex Jones para prisonplanet.com, 20 de marzo de 2006.
(16)Ese fue el primer día de luto planetario, que luego se repetiría con el celebrado por Juan Pablo II. Ese mismo día 14 de septiembre se conmemora una importante celebración para el catolicismo, el ‘Día de Exaltación de la Santa Cruz’.
(17)Billy Graham fue quien logró hacer de Baby Bush un cristiano renacido, allá por 1985; desde entonces es su confesor personal, así como antes lo fuera de los presidentes Ford, Nixon y Johnson.

2 comentarios:

  1. Interesante análisis. Lo cierto es que, independientemente de atentado "terrorista" o no, si la representación política de una determinada nación le declara la guerra a otras(En este caso Occidente a Oriente) en el nombre de Dios y promulgando dicho juramento ante el altar de un personaje que hasta su último aliento siempre habló de perdonar y poner la otra mejilla dicho gobierno(El estadounidense) está blasfemando contra sí mismo y maldiciendo cada cimiento de la historia de su propio país ¡Está manchando con mentiras e injurias su nombre, su bandera a costa de la sensibilidad de su pueblo(Chantaje mediático)!

    Es indudable que la mentalidad dominante en su sistema político es la judía pues con decisiones así claramente demuestran estar siguiendo el antiguo testamento con su "Ojo por ojo y diente por diente".

    A simple vista pudiera parecer que el levantamiento de la One world trade center entre 2006 y 2014(Año en que fue inaugurado el edificio) representara la unidad y la fortaleza de los estadounidenses ante la maldad y los ataques recibidos en ese mismo lugar. Esa es la imagen que superficialmente muestran los medios, sin embargo no es del todo así y lo que realmente simboliza la fusión de 2 torres para erigir una sola tiene que ver más con el plan de la élite globalista de instaurar el NWO. Al menos esa es la interpretación que yo le daría...

    Tengo un blog donde escribo de temas varios, algunos de sociedad y política, algunos de los cuales pueden ser de tu interés. Te comparto estas 2 entradas para que les eches un vistazo y aportes algún comentario de lo que opinas al respecto.

    http://blogrecuerdoytertulia.blogspot.com.es/2016/04/si-podemos-porque-no-queremos.html

    http://blogrecuerdoytertulia.blogspot.com.es/2016/03/totalitarismo-en-nombre-de-la.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradecido por tu comentario, Mateus. Con gusto le echaré un vistazo a tu trabajo. Saludos.

      Eliminar